Algunas costumbres Colombianas.

Como cultura y sociedad que somos los colombianos tenemos una gran variedad de costumbres regionales y populares a través de nuestro territorio Nacional. Y son tan diversas como la comida típica, pero hoy solo quiero hacer una pequeña muestra de algunas que pueden ser recordadas por muchos de ustedes.

Por ejemplo como olvidar cosas tan nuestras como orinar la llanta trasera de un Renault 4 o en su defecto un Renault 12, muy popular por los setentas, ochentas y hasta los noventas, en cada familia hay una foto de uno de estos carros, le puedo asegurar que alguno de estos modelos hizo parte de su familia. Qué niño no hizo parar en medio del camino porque tenía ganas de evacuar la gaseosa (popular bebida dulce llena de gas, de allí su nombre), sacando muy disimuladamente la manguera, cuidándose de la mirada o la burla de las primas, rápida y disimuladamente descargaba con gran fuerza el chorro cálido y humeante mientras los camiones y buses intermunicipales pasaban al lado del carro estacionado. -Apúrele chino que se nos hace tarde- gritaba alguno de los mayores, y no falta la mamá diciendo reiterativamente, -si ve le dije que entrara al baño antes de subirse al carro-. ¿Ahora me pregunto qué encanto tenía este ritual?, porque todos lo hicimos y otros aún lo hacen en medio de copas y tragos, es como hacen los animales marcando el territorio, esto es mío, es la demostración del poder sobre la propiedad, porque solo se puede mear el propio o en su defecto el del papá, ¿a ver si se aguantaría que otro le regara con agüita amarilla su flamante nave?. Creo que es una costumbre netamente masculina, trato de recordar, pero nunca vi a ninguna mujer de mi familia parando en medio de la vía para hacer esta demostración.

Otra de las costumbres que recuerdo con gran curiosidad, es a las abuelas sacando las cobijas al sol para que se aireen, estás se ponían en la ventana, en la azotea (para los que no saben o no entienden el termino es el patio superior en una casa pequeña desprovista del mismo en la parte posterior de la casa), o en el jardín sobre las cuerdas del tendedero. Se extendían y así surgían esplendorosos los tigres que adornaban las telas tejidas en lana, importadas desde el Ecuador por indios otabaleños y esas eran las preferidas porque son las que mejor abrigan.

Esto es más una costumbre del interior, ir de paseo a tierra caliente. Este término puede parecer desconocido para muchos, pero si así es, siempre los paseos estaban dirigidos a los lugares provistos de un clima más agradable y cálido que el que tenemos en la fría Bogotá. Melgar, Anapoima, Girardot, Tocaima, La Mesa y sus alrededores hacen parte de los destino turísticos preferidos por los viajeros. Todo consistía en paseo de olla, refajo con colombiana, vestido de baño en licra, chancletas y río. ¿Qué atractivo es meterse en una corriente de agua fría, pisando piedras y rocas resbalosas, comer sentado sobre matorrales espantando insectos y untarse el cuerpo con barro?, aun no le veo el atractivo y prefiero no encontrárselo, no sea el diablo y me den ganas de pegarme un viaje este fin de semana para melancólicamente recordar lo que se siente hacer esta clase de paseos.

Escuchar los 14 cañonazos, se que en todas y cada una de las casas hay por lo menos un ejemplar de dicha producción musical, en disco de vinilo (LP) o casete, y si no me cree diríjase al estudio o donde quiera que guarde la música vieja y verá que no me equivoco, es su caratula encontrara modelos con vestido de baño o sin el, eso depende de la época de impresión, pues con el pasar de los años cada vez salían más faltas de ropa, un cañón y el listado completo de los 14 temas que comprendían los éxitos del año en curso. Tienen tal acogida que llegaron a publicar dos discos por volumen. Y si busca en internet se dará cuenta que cada año tiene su número especial, por ejemplo en 1977 año de mi nacimiento corresponde al 17.

Bueno si tienen alguna sugerencia o tema con el que me puedan colaborar para seguir recopilando las tan buenas costumbres colombianas con mucho gusto serán bienvenidas.

Francisco Buitrago.